Fe



El Señor nos acompaña siempre.

A veces dudo... pero luego lo siento.
A veces lo necesito... y viene.
A veces lo olvido... y me llama.
A veces sufro... y aparece.
Siempre está, siempre.
¿Por qué tanto miedo?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grito de paz en medio del grito de los inocentes.

Dolor compartido

El dolor de la víctimas