Entradas

Mostrando entradas de abril, 2008

Subir al Sur

Imagen
Suena extraño. Lo sé. Subimos al Norte. No es posible subir hacia abajo, porque el Sur está debajo, al fondo, por debajo de mis pies. El Sur es para escapar, por supuesto hacía arriba. En el Sur no se vislumbra el horizonte que está en el Norte. Los del Sur los que no nos representan, están más cerca de los verdaderos vecinos del Sur que de nosotros, además quieren escapar de allí. El Norte sólo se ve con la cabeza levantada, hacia el horizonte, hacia arriba. El Norte es el lugar donde las brújulas señalan, hacia donde caminar y mirar. El que no sabe muy bien donde va, que ha perdido el rumbo de su vida, al que se le nota que ha perdido un poco la cabeza se le dice que ‘ha perdido el norte’. Acceder al Norte, un lugar de privilegio, un lugar deseado, se hace siempre subiendo: escalando socialmente, subir en el escalafón de la empresa… son personas con la brújula bien programada y con el norte de su proyecto bien fijado. Norte y Sur son mucho más que la denominación de unos puntos cardi

Reconciliación

Hay ocasiones en que te reconcilias con los tuyos por alguna circunstancia o acontecimiento. Es una suerte porque también puede suceder lo contrario y entonces se sufre. El sentido de pertenencia a una familia no se pierde pero hay momentos en los que se acumulan tantas cosas que no compartes, que parece que estás fuera. La distancia, las ausencias, la falta de sintonía con las decisiones que se toman, las propuestas de los cabezas de familia y que están lejos de tu manera de pensar son circunstancias, que sin saber cómo y porqué, te alejan de lo que es tu familia y tu gente. El último viaje del Papa Benedicto XVI a EEUU me ha reconciliado un poco con esta familia grande que es la Iglesia a la que pertenezco. Me ha llenado de alegría la valentía y la honradez con la que ha tratado el tema de la pederastia y de los abusos sexuales que algunos de los clérigos norteamericanos han cometido en los años anteriores. Creo que la manera de afrontar la cuestión desde el principio ha sido un test

Los cambios

Imagen
Estamos viviendo en las comunidades una temporada de cambios. Unos quieren cambiar y no cambian, unos no quieren cambiar y cambian, otros cambian siempre, algunos nunca. Oyes a uno y dicen que los cambios son malos, que lo único que hacen es desorganizar las cosas. Hay hermanos que piensan que se debería cambiar por decreto: tendría que estar estipulado en nuestros Estatutos el máximo de años que un religioso debe permanecer en una comunidad. Todos estamos de acuerdo en que es necesario cambiar personalmente. A esto le hemos puesto varios nombres: conversión, transformación personal… Me ha surgido una pregunta estos días en que estoy ‘esperando destino’: ¿Ayuda a la necesidad del cambio personal el cambio de lugar o de comunidad? Yo no tengo mucha experiencia en ello pero me inclinaría por decir que si. Cambiar de comunidad, de trabajo, de hermanos aparentemente ayuda a desligarse (pensemos en el peor sentido de la palabra, o el más fuerte que conduce casi a ser identificado con la per

Soledad

Imagen
Sentirse solo es algo tremendo. Yo pido muchas veces por los que están solos. Los que hemos sido educados a vivir con otros no estamos preparados para la soledad. La soledad me asusta. Creo que tengo miedo a encontrarme conmigo mismo. Me produce ansiedad no conocerme o descubrirme como alguien no deseable. Soledad es mirar alrededor y no ver a nadie más que a ti mismo. Miras y miras y no te conoces. La soledad tiene también una parte positiva. No tienes que fingir. Nadie te pregunta ‘¿cómo estás?’ y por lo tanto no tienes que responder con el consabido topicazo de ‘bien’. Quizá tu mismo yo te haga la pregunta pero el topicazo no funciona. En la soledad no hay fingimientos, caretas o falsas sonrisas. Tenía un amigo en mi pueblo que vivía en una de las casas más solariegas del mismo. Siempre lo vi como un anciano. Ya murió. Muchas veces en el pronto atardecer del invierno se retiraba a su casa y siempre decía la misma frase. ‘me voy a casa que me espera Soledad’. Siendo niño pensé que su

Cartas al Niño Jesús

Una amiga me ha mandado un power point de esos que se van mandando de aquí para allá. Creo que ya lo había recibido hace tiempo. Tengo un hermano que me manda cinco o seis cada día. He viajado a Egipto varias veces con ellos y he pasado por Capadocia varias veces. Muchas veces no me da tiempo de ver las fotos, casi nunca escucho la música de los mismos en su totalidad. Está muy bien compartir todas estas cosas pero también hay que comprender que no se pueden ver todos. Los buzones de correo se llenan de esas cosas. Ya me estoy alejando del tema en cuestión. Mi amiga se va creer que es una regañina a ella. Al contrario. Me ha encantado poder ver con tranquilidad el que me ha hecho llegar. Eran pequeños trozos de cartas al niño Jesús de alumnos de un colegio italiano. La mayoría eran muy personales agradeciendo incluso las novias que Dios les había puesto en su vida. Gracias por enviarlo. Me gustaría poder colgarlo aquí pero no sé muy como se hace. Quiero compartir con vosotros dos peque

La caridad sin verdad, simplemente es falsa

He estado releyendo un pequeño folleto sobre el desarrollo afectivo sexual y la manera de enfocar esta dimensión de la persona en el acompañamiento vocacional. ¡Increíble! Vaya frase que me ha salido de un tirón. No sé si es el mejor resumen del folleto pero queda de miedo. Volviendo a lo serio quiero decir que es una dimensión de la persona muy importante, quizá la más importante, y por lo tanto hay que conocerse bien a uno mismo para poder tomar una decisión que afecta al proyecto de vida como es la vocacional. No quería escribir sobre esto. Solamente quería copiar una frase que me ha encantado y que no puedo dejar de pensar en ella desde hace unos días. ‘La caridad sin verdad, simplemente es falsa’. Cuando la leí me quedé frío. Empecé a hacerme preguntas. ¿Qué es verdad? ¿Qué es caridad? ¿Qué caridad estoy haciendo? ¿Cuánta verdad hay en ella? Mi caridad ¿es verdad o autojustificación? ¿Me estoy engañando con mi caridad? ¿Afecta en algo a mis verdades la caridad que práctico? ¿Qué a

Pesado

La rueda de molino es muy pesada. Yo tengo fama de pesado. La rueda de molino destroza todo aquello que cae en el círculo que va dibujando la pesada piedra. Yo más o menos hago lo mismo, por lo menos esa es mi sensación. La rueda de molino es movida por el agua o por el viento y no para, sigue y sigue. Eso me gustaría a mí, seguir y seguir. Hay una frase que me impulsó a poner este título a la ventana. ‘No comulgar con ruedas de molino’. No sé muy bien lo que significa pero creo que es porque las ruedas de molino no pueden cambiar de dirección, siempre en la misma y siempre dependiendo del elemento de la naturaleza que las mueva. Yo no quiero ser así. Me gustaría ser libre, poder manifestar aquello que pienso, que siento, que me quema en el interior sin depender de la fuerza del viento o de la corriente de agua en la que esté navegando. Esta es mi declaración de intenciones. Vengo de una ventana donde me he sentido así y quiero que esta nueva que comienzo sea igual de libre y de sincer