RUEDA DE MOLINO

  Es hoy, es el momento.  Es aquí, donde tú y yo vivimos.  Es ahora, esta noche santa. En la historia, entre estos cascotes que nos recuerdan la Palestina e Israel de hoy en día, de esta noche, de este tiempo.  Nace para ser Luz, en medio de la discordia.  Nace y viene para poner paz, en medio de los pueblos.  Nace niño, pequeño, para no imponerse, para proponer encuentros, para cuidar con mimo y cariño.  Nace en familia, quiere estar con nosotros, es amor, es encuentro… Nace entre nosotros, es canción, frío, noche, luz, fiesta… es encuentro.  Es una Palabra, ‘os quiero’.  Es un gesto, nos abraza a todos los hombre y mujeres de este mundo.  Es una mirada, que despierta el corazón para no ser indiferentes.  Es el llanto, de sus hermanos que mueren y sufren.  Es una esperanza, para no abandonar la construcción de un mundo más justo.  Es universal, para todos.  Es salvador, un regalo que Dios nos da.  Es Hijo de Dios, nuestro hermano.  Todo esto vamos a celebrar. Que no se nos escape nada

GRATIS Gratis es el sol, la lluvia, las estrellas.  Gratis es el camino, el devenir de cada día.  Gratis es el amor, el abrazo verdadero.  Gratis el regalo de la vida.  Gratis tu presencia en medio de nosotros Gratis el perdón que Tú nos das.  Gracias por cada rayo de sol. Gracias por estar siempre a nuestro lado.  Gracias por querernos como Padre Gracias por la vida que nos regalas para llenarla de Ti.  Gracias por tu fidelidad y compañía constante.  Gracias por el abrazo del encuentro. 

  En la obra de San Juan de la Cruz encontramos muchas de esas palabras que forman parte del adviento. La búsqueda, la vigilancia, estar en vela, la esperanza están presentes en muchos de sus textos y poemas. San Juan de la Cruz hizo suya la invitación que la Iglesia hace en el adviento, la necesidad de abrir lo que somos a la venida del Salvador, del Amado.  La noche oscura del amor, ese vacío que produce en el hombre y la mujer de este mundo la soledad por la ausencia de todo querer, es origen de la verdadera espera de la luz. Vacío de amor que se convierte en soledad. Ausencia del Amor que produce noche y al mismo tiempo búsqueda y deseo de encuentro. En esa ausencia, en ese vacío y soledad, el adviento adquiere todo sentido, es la actitud necesaria para que la noche se vuelva posibilidad de encuentro verdadero con la Luz que se acerca, encuentro que ya está anticipado en el mismo deseo,.  Si hay adviento hay esperanza, deseo y búsqueda. Es la manera de vivir en y con esperanza la b