Esperanza y dolor
Un poco de esperanza y un poco de luz. Imágenes que nos emocionan en el dolor. Pequeños rayos de luz en una oscuridad tremenda. Dolor sin límites que con un abrazo se llena de un poco de consuelo. Miradas que iluminan de esperanza el horror de la naturaleza implacable. ¿Nuestro Dios? Está en esas personas que luchan por sobrevivir, que se desgastan sin medida por ayudar, que está presente en medio del dolor para consolar, en los que acogen y acompañan, en las manos que no sueltan al que se ha quedado solo… Nuestro Dios no es ‘Superman’, nuestro Dios se ha hecho uno de nosotros y murió. Al resucitar nos ha dejado un camino por recorrer: dar la vida por los otros. Difícil de comprender… pero es así, está a nuestro lado siempre proponiendo amar como Él nos amó y nos ama. Ahora hay que amar mucho a estas víctimas de un terremoto inexplicable e incomprensible.