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Mostrando entradas de enero, 2010

Una frase (1)

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La oí esta mañana en la radio. La dijo un enfermo de cáncer, estaban escuchando a muchos de ellos. Creo que es maravillosa. Dicha por alguien que ha dado vueltas, seguro, a la rueda de molino de su cabeza todavía le da mucho más valor. Ahí va la frase, la quiero compartir con todos vosotros. ‘ La vida no tiene que ser perfecta para que sea maravillosa’ ¿De qué me quejo? ¿Por qué no soy capaz de ver los destellos de maravilla que tiene la mía? ¿Dónde estoy poniendo la mirada de mi corazón? ¿Cómo puedo ser tan rácano de no saber descubrir los maravillosos detalles de los otros? ¿La perfección? Creo que sólo es de Dios. No somos dioses (aunque lo intentemos cada día generándonos de esta manera más y más frustración), pero si somos capaces de maravillarnos, de disfrutar, de vivir nuestro pequeño privilegio de una amistad, de un encuentro, de una sonrisa, de una caricia, de un ‘ahora’ interminable e inolvidable. Me gustaría poder vivir así cada día.

La vida

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Esto de dar vueltas como la rueda de molino para hacer harina es una pesadilla. Dar vueltas marea, pero también transforma. Le estoy dando vueltas desde hace mucho, mucho, mucho tiempo a esto de la vida. ¿Es un paso? ¿Es una carga? ¿Es una suerte? ¿Es un momento? ¿Es un estornudo? No sé, no hay manera de hacer harina de esto. De momento la vida es un dar vueltas como una rueda de molino. En ocasiones hay algo que moler y se muele, tiene sentido, sale algo para dar, para compartir, para alimentar a otros. Otras veces está parada, quieta, sin fuerzas, sin ganas de nada, dormida. En estas ocasiones la vida parece que no tiene sentido, que no pasa. En ocasiones deseas que se pare para siempre, tener fuerzas y valentía para pararla de una vez, para que no sea torturadora de cabezas y corazones cansados de esperar, de buscar, de dar vueltas. Un número elevado de veces la vida marea. Vueltas y vueltas para nada, no hay harina en el trigo que molemos: gritos, incapacidades, desaires, imposi

Sumar o restar

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En el colegio están los niños del primer ciclo aprendiendo a restar y hacen la prueba. El otro día vi un ejercicio que les había pasado su profesora. Son dos operaciones matemáticas donde lo importante es el resultado, quizá como todas. Todo lo de ciencias lo olvidé. Siempre me ha dado la sensación que en la suma se gana, es positivo lo que se transmite en la operación (hasta le signo lo indica), tengo más, soy más, crezco… En la resta ocurre lo contrario. El signo ya lo denominamos negativo cuando va junto a un número, tengo menos, soy menos, disminuyo… ¿Hasta cuando se suma en la vida? Esta semana cumplí años y hablando con un señor, que no sabía que yo cumplía años, me dijo: ‘a nuestra edad ya no se suma, se resta’. Yo creía que era mayor que yo. Me atreví a preguntarle y resulta que estaba equivocado. Era más joven. Nunca me había planteado este cambio de operación en mi vida. Según él tendría que estar restando: un año menos. Yo lo vivía como seguir sumando en mi experiencia, en m

Buena Noticia de hoy

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Ya está aquí 2010, pasó 2009

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Ya está aquí. Nadie sabe como ha sido. Viene corriendo, sin detenerse, ya no podemos pararle, nos arrolla. Atrás quedan muchas cosas. Algunas inolvidables. Un dolor insoportable por las ausencias · Padel · La Asamblea de Karit · Un amigo que se va para siempre · Chicago · Una sorpresa que hace temblar los cimientos de la vida y que no tiene explicación · Lágrimas y más lágrimas, de otros y mías · Malta para siempre · Unas vacaciones exigidas por los amigos · El largo viaje y experiencia de una amiga · El prójimo, ¿quién es? · Unos gorros, unas bandejas, quince días · Nueva Junta Directiva · Sorolla (2) con una amiga · Chistbook · ‘La Lola’ · Un gorra de pana y unas zapatillas de estar por casa · ‘Más comida que todavía quedan en la puerta’ · Los martes a la una y un poco · Delegar responsabilidades en la Pastoral Juvenil · Competencias de los miércoles · Planteamientos de futuro en los coles · Preparar ‘el evangelio’· Subir a la montaña, fatigoso pero posible · Una invitación atrevida