Ira


Bajo la etiqueta de Historias que continúan voy a publicar unas pequeña historias que he escrito para una tutoría de Pastoral en el cole. Son ocho pequeñas historias inventadas sobre sentimientos, emociones... Se trata de continuarlas, de darles continuidad, de imaginar como sigue, de partir de la emoción o el sentimiento y darle vida, historia, realidad, posibilidades... ¿Te atreves? 




No puedo resistir la rabia que llevo dentro de mi. No puedo soportar que sigan metiéndose conmigo en mi clase. Ellos no se dan cuenta pero se pasan un montón conmigo, estoy muy cabreado y lleno de rabia por sus miradas, sus pequeños golpes en la cabeza (collejas) cuando pasan por mi lado. Un día voy a saltar y vamos a tener una gran bronca en clase. No deben tratarme así, lo saben, el profesor se los ha dicho. Ya no sé que hacer para aguantar tanto tormento, me lleno de mal humor, de mucha rabia interior… sé que en el cole no debo hacer nada, para vengarme, para poner las cosas en su sitio… pero si puedo hacerlo fuera, en la calle, donde somos iguales aunque ellos sean más… ¿Qué podría hacer para que cambiaran y no tener que vengarme, para no ser como ellos en estos pensamientos? 


Siempre la última palabra la tiene la Palabra 

Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano’ (Mateo 18, 15

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