Mirada generosa y gratuita


Sin mirar la respuesta, sin pedir nada a cambio. Mirar a alguien que no conoces y le regalas una mirada de cariño, de cercanía… Una mirada de misericordia, de perdón, de amor… gratuita, como no puede ser de otra manera. Generosa, sin esperar ningún pago, ninguna recompensa. La recompensa quizá sea el mismo y simple cruce de miradas.
 Poco entendible en nuestro mundo donde todo se compra y se vende. Decía la copla que todo menos el cariño verdadero. El amor verdadero tiene que ser gratuito y entregado sin límites. Una mirada así transforma. Es una mirada para la que no estamos preparados ya que no sabemos ‘calcular’ su valor, su intensidad, su compromiso. Es una mirada que no deja indiferentes ya que no sabemos cual tiene que ser la respuesta a la misma. Deja a veces paralizados. Una mirada que al no necesitar respuesta por ser gratuita y generosa nos crea incertidumbre (¿Qué responder?)… pero nunca indiferencia.
 Imaginaos a alguien que esta sufriendo, que le miramos y nos mira. Imaginad que nuestra pena ante su dolor recibe de él, como respuesta, una mirada de gratuidad, llena de generosidad… ¿qué responder? ¿Cómo es posible que en su dolor aún tenga un momento para mirarme así? ¿Qué puedo hacer?...
 Estamos educados para otro tipo de miradas, queremos mirar y que nos devuelvan la mirada con lo que pedimos: amo a alguien y le miro… me quedo fijamente mirando sus ojos, quiero una respuesta, necesito un si, deseo que se me devuelva con la misma moneda. La mirada de hoy de Jesús no es así. Es una mirada de amor pleno, gratuito, entregado, generoso, con pasión, con amor infinito y mucho más…
 ¿Puede existir una mirada sin guardarse nada, de entrega total? Esa es la mirada de Jesús hoy. Sin guardar nada, sin dejarse una gota de lo que es… hay muchas personas a su alrededor. Unas le conocen, como nosotros, otras no… pero a todas les dedica una mirada plena, agotada por el darse sin medida… Una mirada de complicidad y encuentro que la llena de entrega y generosidad, de gratuidad y misericordia. La misericordia no puede ser fruto de un trueque o un intercambio, no está en el mercado de valores, es generosa, sin esperar nada a cambio, gratuita y entregada… no tenemos nada de tanto valor podamos ‘pagar’ o devolver a su mirada compasiva hacia nosotros.
 Su mirada es una mirada dándose… dando todo lo que es, dando la vida, dando lo que ha llenado su corazón cada día por los caminos de Galilea: amor, encuentro, propuesta, milagro, signo, palabra… Para ti, para mi, para el otro… Nosotros no sabemos que responder a esa mirada… algunos respondieron echando esa mirada de nuestro mundo, clavando en la cruz a esos ojos del corazón que más han amado en la historia de la salvación…
 ¿Cómo vas a responder a esa mirada? ¿Qué podemos hacer para no quedarnos quietos…? ¿Cómo va a ser la tuya cuando su generosidad te haga temblar? ¿Cómo vencer al miedo de no tener nada para ‘pagar’ tanta generosidad y tanta entrega?¿Le podré mantener mi mirada ante tanta generosidad? …. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hay que pararlo

Te quiero

Adviento y Navidad