Despierta


Comenzamos el Adviento. Suena un despertador, el de la vida. ¡¡Arriba!! No podemos permanecer dormidos. Está cerca, vive a tu lado, está próximo. Nada de darse la vuelta. Hay que mirar bien, ojos abiertos, sentidos preparados para su llegada… la puerta abierta, la casa preparada. ¡¡Velad!! Con la inquietud del que espera un nacimiento, de una excelente noticia, de la salida del maratón de deseado, de la nota del último examen… ¡¡Alerta!! con ansia de encuentro, con deseos de transformación. El sueño es para otro momento, ahora no. ¡¡Despierta!! Repaso mi vida, coloco mis cosas, preparo el mejor de los sitios… me visto para la ocasión, estoy ya despierto, comienzo la espera, está cerca, no puede tardar mucho, me mirará a los ojos, es su casa, se sentará conmigo… ¿Cuánto falta? Nada, puede ser ahora, no te duermas. La Iglesia necesita de nuestra ansia de Jesús, de nuestro deseo de encuentro, de nuestra ilusión por su venida. 

Vídeo Editorial Verbo Divino-EDV

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