Trimestre


Escribir un libro es poco. No tengo el tiempo suficiente para hacerlo. Recoger de alguna manera todo lo que he sentido, vivido, visto, oído, entendido, tocado, sufrido, disfrutado, planificado, decidido, llorado, reído, explicado, corregido, callado, dicho, escrito, tachado, borrado, cambiado, aceptado… no tiene sitio en este apunte. Sentimientos encontrados, personas maravillosas, desencantos inesperados, soledades que dejan cicatriz, sonrisas que iluminan, equipos de encuentro, equipos de trabajo, lemas que aglutinan, familias que no lo son, padres que sienten y te hacen sentir, hermanos que abrazan, compañeros que huyen, trabajadores que cobran, asalariados que se dan sin medida, educadores que caminan, profesores que no ensucian su bata, lágrimas cansadas que no se pueden detener y que riegan de humanidad la vida, amigos que siempre están, silenciosos que susurran fidelidad a raudales,…
Muchos minutos, muchos papeles, muchos consejos, muchas miradas cómplices, muchos saludos, muchas tareas, mucho por hacer, mucho por vivir… Pocos silencios, pocos sosiegos, pocas propuestas, pocos proyectos, pocos momentos de verdadero encuentro…
¡¡Qué difícil es explicar todo lo que se siente!!
Pasó una trimestre. Terminó el festival, se fueron los compañeros, las señoras de la limpieza siguen su tarea. Me voy a casa. Apagaré la luz, escribiré a los Reyes Magos enseguida… llegará el día 7, volveremos de nuevo… más sentimientos, más tarea… te seguiré buscando.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gracias David por dejar al descubierto tus sentimientos, se nota cuando uno escribe con el corazón. Muchas gracias por tus comentarios. Un fuerte abrazo fraterno y que pases unas felices fiestas.

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