Cuidar


Cuidar en este tiempo de la pandemia se ha convertido en circular. Me cuido y  estoy al mismo tiempo cuidando a las personas que quiero, a los que deseo lo mejor, a los que comparten conmigo la vida. Cuido a los otros, a los que me necesitan, a los que me llaman y miran pidiendo una caricia, una compañía, un poco de atención y en ello me estoy cuidando a mi mismo. Cuidar para cuidarse, cuidarse para cuidar. 

Vivimos tiempos complicados llenos de miedos, de ausencias, de distancias que parecían imposibles. 'Nunca hemos estado tanto tiempo sin vernos' 'Creo que no he pasado tanto tiempo seguido en casa nunca' '¿Cuándo podremos quedar de nuevo?'... Cada vez conocemos más personas que han pasado por el contagio, cada vez hay más conocidos confinados. Tiempos indescriptibles hace un año, ciencia ficción lejana y ridícula de películas alarmistas y mediocres, historias para hacer taquilla con el miedo y la imaginación, que se han hecho realidad, ya que está sucediendo en mi casa, en la de al lado, en mi calle, en mi pueblo, en nuestro mundo... 

Pero no podemos dejar que la realidad nos atrofie. La realidad nos debe llevar al compromiso de cambiarla, nunca al bloqueo de cualquier propuesta, de cualquier voluntad de construir un mundo mejor, más fraterno, más lleno de esperanza. Si se puede vencer esta realidad de tristeza social y comunitaria es con hombres y mujeres de esperanza que la siembran cada día y por supuesto con los avances de la ciencia. Está claro que también necesitamos dirigentes que se impliquen con lo fundamental: la vida, la salud de los ciudadanos, el cuidado de los vulnerables, de todos los que formamos parte de este mundo, desde el pequeño al grande. Necesitamos que las tres cosas funcionen. 

El cuidar es propio de la condición humana. Nacemos 'antes de tiempo' y estamos necesitados de cuidado, desde ese momento estamos aprendiendo a cuidar. Vivimos en un momento en que debemos ponerlo en práctica, en que todos podemos y debemos hacerlo. A veces se ha pensado que este verbo, esta acción del cuidado, era fundamentalmente femenina y no es así. Todos hemos sido cuidados y hemos aprendido a hacerlo. En estos momentos en que podemos ponerlo en práctica no debemos poner excusas, estamos llamados a cuidar. Es un tiempo en que el cuidado de los otros, de los más necesitados, de los que están solos... debe llenar profunda humanidad esta situación de incertidumbre, dolor y miedo. Así a los que más admiramos es a los que cuidan a los enfermos que llenan los hospitales, a ellos les hemos aplaudido y agradecemos su esfuerzo y profesionalidad. Una de las cosas que más nos duele es saber el gran número de personas que mueren solos, sin el cuidado de aquellos que darían su vida por ellos haciéndolo. En unos y en otros el cuidado es referencia. 

El cuidado es algo que hoy y ahora necesita nuestro mundo. Todos estamos llamados a ello. Todos sabemos hacerlo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grito de paz en medio del grito de los inocentes.

Dolor compartido

El dolor de la víctimas