Cuatro cosas

Interior Iglesia Parroquial de Cantavieja

No lo olvidaré nunca por la libertad con la que hablé y el miedo que dejé en la sacristía.
No lo dejaré de recordar al escuchar un silencio atronador en la iglesia que movió mis entrañas. 
Cada vez que ese Evangelio aparezca en mi vida veré su rostro y escucharé su nombre.
Será algo que se guardará en el cofre de los momentos para siempre, sin tiempo y con presencia eterna.

Fueron cuatro cosas para acercarme a mi gente.
La pequeña semilla para tener la oportunidad de pedir perdón públicamente
La levadura para hacer una propuesta clara: esponjar la vida de los otros
La cizaña para prevenir el juicio, para dejar a la misericordia de Dios un sitio en nuestra vida
El Santo (Cristóbal) para caminar en la vida cargando con agrado a los últimos y necesitados. 

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