¡¡Viva la cultura!!




Estuve tentado de gritarlo la otra tarde en la presentación de un libro de poesía de Javier Aguilella. El poemario se titula ‘El universo de los perdedores’ (finis Térrea_ediciones). Poesía, música en directo, cortos de cine… palabra, imagen, música. Todo gratis, todo un regalo, todo de casa. Una gozada. Un ratito para guardar en el rincón de la esperanza, en la despensa donde acudir cuando uno pierde la fe en el ser humano.
Igual que al final de una procesión siempre hay alguien que grita. ¡¡Viva…!! colocando el santo o la virgen que ha recorrido las calles. Igual que en un banquete de bodas se grita a los protagonistas del sacramento un ¡¡Viva los novios!! al que todos responden…¡¡viva!! Estuve tentado de gritar ¡¡Viva la cultura!! Digo estuve porque me contuve. No me atreví. Otro de mis miedos que me encojen, que me dejan seco, que me reprimen… No creáis que el miedo era por si me detenían con una camisa de fuerza ya que en este momento la cultura no ‘sirve’ para nada… ¿Da de comer? ¿No? Pues no sirve. Que pena me da la utilización de la palabra servicio para estas cosas. No lo dije por pura vergüenza, esa vergüenza cobarde que nos hace cómplices de un mundo gris, triste y conformado. Pero tenía unas ganas de gritarlo…
En nuestra sociedad no se recibe ni un mensaje sobre la importancia que tienen estas cosas, esta parte de lo que es propiamente humano. Lo cultural, la expresión, la creatividad, la propuesta de sentir, la expresión de lo profundo, la manifestación de lo interior, la vibración ante un sonido, una palabra que recoge todo, una imagen original y distinta, la expresión de un agradecimiento, un regalo (la poesía lo es) del corazón, emocionarse… Esto es lo más importante de la vida y no se enseña en los colegios (colaboro en la dirección de uno), no aparece en los borradores de las leyes anuales de educación, ni en las propuestas de mejora… ¿Os imagináis que se pusiera como objetivo (ya sé que no se puede evaluar) emocionarse ante un poema? Eso si que sería un avance en la educación… Tampoco sobre esto se recibe ni un mensaje motivador en nuestra sociedad. La palabra productividad ha pasado por encima de toda actividad humana, o se cuantifica o no es importante. La caja registradora es el nuevo (ya está viejo y por eso nos va como nos va) oráculo de Delfos al que hay que acudir para saber si hago o no hago, cambio o no cambio, estudio o no estudio. Lo cultural solo ocupa las primeras páginas de los periódicos en referencia al IVA (por cierto, que es tremendamente injusto el subidón del mismo para las actividades culturales)….
Pero bueno mientras tanto me conformo con el intento de gritar ¡¡Viva la cultura!!

Comparto un poema.
Me gusta ver cuando te duermes.
Sólo para saber cómo es la forma de tus sueños

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grito de paz en medio del grito de los inocentes.

El dolor de la víctimas

Dolor compartido