Llueve


Una vez escuche al intentar salir de la iglesia de un pueblo en el funeral de alguien muy querido: ‘Llueve de esta manera porque están llorando en el cielo por su muerte’. Se referían al difunto que íbamos a enterrar después de celebrar el funeral. Estamos esperando para ir a su casa a recoger el cadáver.
Hoy está lloviendo en Zaragoza. Cae un agua lenta, que empapa la tierra para romper la sequedad que la cubre y la llena. ¿Estarán llorando de nuevo en el cielo? ¿De nuevo se habrán desatado los lagrimales de la multitud de ángeles?. Sabéis lo que os digo….¡que dejen de llorar y que hagan algo!, ¡¡¡joder!!!

Salí a dar un paseo. Llueve. No lo encuentro. Esta es su ciudad. No estaba en casa. Nadie habla de él. Tenía que estar aquí. Siempre me espera. Seguiré buscando. Me mojo. Casi no hay nadie en su ciudad. Tenía que estar aquí. ¿Se fue? ¿Sin decir nada? No puede ser. Bebí un poco de ron, como siempre lo hacía con él. Su sillón estaba vacío, me senté en él. Estoy en su ciudad. No está. Lo echo de menos. Llueve. Todo esta triste. Están llorando. Nunca hasta ahora había sido así. ¿Será que el no está? Llueve. No para de llover. Esta fría el agua. Los bares se vacían, se hace tarde. Quizá mañana en los que visitamos juntos para echar un vino y una tapa lo encuentre. Su sillón estaba vacío, ¿qué extraño? El caso es que lo siento cerca… todo me habla de él. Hay ‘semana de integración colegial’. Qué extraño que no se haga presente en el vestíbulo para apaciguar los ánimos. No ha tenido ninguna llamada, hoy no lo ha buscado nadie. No quiero preguntar al conserje, quizá no vuelva y me tenga que ir sin verle. Voy a seguir buscando, seguiré esperando. Le dejo mensajes pero no contesta. Hay señales suyas por todas partes, aquel rincón también me habla de él. Pero sigue sin aparecer. Ya estoy en casa. Llueve, se siguen mojando las mujeres de color que se apoyan en las farolas parea ser vistas, para ser llamadas por el delincuente de turno que se cree que es alguien cuando no llega a cosa. Los cajeros están llenos, por lo menos dos de los que he visto, no sacan dinero solo quieren el techo que les sobra a los ricos dueños del local. Duermen sin manta, todavía no hace mucho frío. A estas horas él no solía salir. ¿Por qué lo busco ahora? Sus huellas están en todas partes, cada rincón me habla de él. Seguiré caminando. Llueve más intenso. Ante la basílica una oración… ¿me ayudará a descubrirle? Quizá no vuelva. Regreso a su casa, no me dicen que haya vuelto… no quiero preguntar… me da miedo la respuesta. Sigo sin encontrarle. Llueve, lo hace de forma lenta. Ya no me mojo, miro desde el cristal. Todavía no ha cerrado el portero, se apagan las luces del vestíbulo… no ha regresado. Se fue ,lo sé, y al mismo tiempo estará siempre. No lo entiendo. ¿Por qué sigue lloviendo?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Llueve y sigue lloviendo. Llueve a mares, a cántaros, llueve agua, soledad, frío, miedo...
Que aclare la noche, que salgan las estrellas, quiero ver en cual de ellas, está el...sonriendo.
Cortinitas

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