Que seas mi universo


Durante todo el curso hemos estado cantando en nuestra eucaristías la canción que os dejo abajo, era nuestro canto de comunión. Me gustaría dejarla aquí como recuerdo a todo lo vivido y celebrado.

Es un deseo de encuentro con Dios respetando su grandeza, su iniciativa, su manera de llenarnos en totalidad. Es deseo de pertenencia a su totalidad, grandeza y majestad. Nada sin Él… respirar con Él, amanecer con Él. No hay proyecto sin Él, no hay propuesta sin que Él se haga o deba hacerse presente. Mi  pensamiento eres Tú, mi deseo eres Tú…  
Es el intento de dejar tu voluntad, para que sea la suya la que te dirija, organice y proponga. Es la confianza plena en Él. Es más que un recurso para ir tirando, Él tira de nuestra vida, el horizonte donde mirar, la fuerza que nos conduce a Él, y el Camino por donde pasar para conseguirlo. A dónde iré si no estás tú…
ReconocerLe dueño de lo que soy, vivo y hago. AgradarLe con la respuesta de nuestra vida,  al regalo que Él me da cada día… el sol de la mañana, la luz de la ventana. Es el verdadero alimento y aliento de lo que siento, hago, pienso y soy. Tu eres mi luz, mi salvación, mi verdad…

Sin ti no soy nada



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