Un beso



‘.. la vida es sacramental, en cada gesto, en cada palabra, en cada comportamiento somos capaces de lograr un bello milagro: hacer feliz, si quiera un instante, a una persona. El secreto: el amor, sin premura, sin prisas, sin miedos, sin complejos, sin prejuicios. Un beso a tiempo puede salvar al mundo (salvarnos). Amar y ser amados, ¿hay mejor razón para justificar la vida? Y ahora que viene la Navidad, un consejo: regala besos….’ (Francisco Castro Miramontes. El sacramento de un beso. En R21)

A mis alumnos les explico que un sacramento es un encuentro privilegiado de Dios con el hombre en un acontecimiento importante de la historia, es un encuentro de salvación, de felicidad y de alegría. Me ha encantado esta propuesta de vida sacramental que he leído esta mañana. Me parece extraordinario poder transformar gestos de lo cotidiano en encuentro con Dios, gestos que hablan de la bondad, la ternura y la fraternidad como pequeños sacramentos que transforman la vida y que facilitan y posibilitan el encuentro con Dios. No tenemos que hacer grandes catequesis para ellos simplemente llenarlos de sinceridad, de profundidad y de verdad… Es una propuesta maravillosa para preparar la Navidad, para que se haga realidad en nuestra vida el gran sacramento, el gran encuentro de Dios con las mujeres y hombres de este mundo: Dios con nosotros.
Me ha gustado porque ha sido la gran propuesta de la dinámica de preparación de la Navidad del colegio donde estoy, soy y vivo… Una propuesta de escuchar y aproximarnos al Dios que viene abrazando, besando, dando y adorando… pequeños (o grandes) sacramentos que transforman la vida del otro.
Ahí va el mío para todos: Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. 

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