Sueños

 

Es verdad. No tiene sentido mirar hacia atrás.

Mirar hacia adelante, dibujar con colores y formas nuevas, dejar atrás aquello que ya no es, que fue y ayudó, que formó parte de uno... pero es pasado, gris o morado, uniforme, lejano. Añoró nombres pero no formas o tareas. Quiero pasar a una 'acuarela' nueva, cargado de esos colores que Dios ha puesto en mi 'paleta' y a colorear.

Colorear la vida, colorear los encuentros, colorear las miradas, colorear los tiempos, colorear las tareas, propuestas y proyectos. Tus colores, Señor, siempre son de vida, rojos profundos de pasión, amarillos y ocres de otoños llenos de matices, verdes de prados donde recostarme y contemplar el azul profundo del cielo o azules de miles de matices del mar junto a muchos blancos de olas interminables que se rompen en la arena...

Colores que se convierten en puertas abiertas para encuentros nuevos con posibilidades nuevas, con lugares nuevos, con vida nueva... Existe un poco de miedo al 'folio en blanco' pero es cuestión de un primer brochazo, de un primer sí que lleva estirar la mano, abrir el corazón, abrir los ojos y.... abrazar mucho, sin miedo a dejarse apretar y armoniosamente latir junto a otros corazones llenos de ilusión.

Los sueños, que bonitos son los sueños...