Es el momento


¿Por qué no un cambio de verdad, profundo? 
¿Por qué no otra manera de organizarnos? 
¿Por qué no pasar página a muchos siglos de dejar en un segundo plano? 
¿Por qué no volver al evangelio y reconocer, por su nombre, a tantas y tantas (la mitad de los creyentes o más) discípulas del Señor (Lc 8;2-3)? 

Creo que si, es el momento, no se puede esperar más tiempo. Debemos mirar a nuestro alrededor y reconocer que el mundo, la sociedad, lo cotidiano... nos está enseñando, pidiendo y mostrando una manera nueva y plena de vivir el evangelio. 'No tengáis miedo' a reivindicar, 'no tengáis miedo' a aceptar esa reivindicación. Es lo que siento, es lo que pienso.

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