Un flor
En el centro de nuestro claustro la he descubierto esta
mañana. Es una cala. No me había dado cuenta si estaba antes. Quizá si. Es una
flor, una flor blanca maravillosa.
Una flor de resurrección, de vida, de novedad… blanca como
la mañana ‘nos habla de ti’, como aquella vestidura blanca de hombres nuevos,
de bautizados por el Agua de la Vida, transformados por la fuerza del Espíritu…Flor
de Pascua, de tu paso por nuestra vida para llenarla de Vida.
Quizá la dejaron los jóvenes que han compartido estos días con
nosotros la casa, el silencio, la cruz, la mesa, la fiesta, la Vida… Ha sido un
detalle, muchachos, que frente la Virgen, dejarais esta maravilla que habla de
vosotros, del paso de vuestros horizontes de ilusión por cada pasillo, en cada
celebración, en cada trabajo compartido… Futuro por recorrer, Familia Carmelita
que construir juntos, compromisos que renovar, miedos que dejar atrás, fe que
debe desempolvarse de aquello que la tiene agarrotada, cruces que dejamos para
atarnos a la Cruz de los brazos abiertos, del amor entregado y antesala de la
resurrección regalada y compartida para ser hijos, hermanos camino de Galilea
en su búsqueda…
El amor vence la muerte, vence el egoísmo, vence el
conformismo… El amor resucita corazones.
¡¡Alégrate!!
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