Únicos
‘A partir de ahora te llamarás…’ Un nombre único para llamarte, para
llamaros a cada uno de vosotros…. Exhaló
su aliento sobre él y adquirió la vida… comenzó a buscar, a sentir, a
desear crecer, a vivir en libertad… aquello que el dueño del paraíso había puesta
de manera única e irrepetible en él, en ella, LA VIDA era el mayor de los
dones, el mayor de los regalos y lo hacía único, irrepetible, valioso… y
comenzó a sentirse el más libre de los seres creados, él y ella, juntos y
sintiendo, corriendo y disfrutando de las sombras de la vida, de los remansos
de los bosques, de la frescura de las aguas y las catedrales de las altas
cumbres…todo a su servicio
Únicos, irrepetibles, libres…
capaces de crear, capaces de perfilar por sí mismos el regalo del maravilloso jardín
que nos ha tocado vivir, no debemos dejar que otros lo hagan por nosotros…
Regalo inmenso, jardín frondoso… Libres, únicos, irrepetibles… vosotros, con
vuestro nombre y apellidos…. Ana, Vicente, Manuel, Sergio, Laura, Lidia,
Roberto…
Únicos, irrepetibles, perfectos….
Vasijas únicas que el mejor de los alfareros ha colocado a nuestro lado,
capaces de portar las mejores aguas para refrescar a los sedientos, o los
mejores vinos para alegrar a los tristes… vasijas que cualquier arañazo daña,
que cualquier golpe rompe…
Únicos, irrepetibles, valiosos,
capaces de dar lo mejor, de buscar aquello que os convierta en verdaderos
constructores de un mundo mejor, un Reino donde el otro, también único, libre,
valioso e irrepetible ocupe el mejor lugar. Tenéis y tenemos el privilegio de
tener la dignidad de hijo, la dignidad que nos otorgaron las manos del mejor
Alfarero.
Vosotros únicos, irrepetibles,
valiosos, libres… que nunca nadie pueda dañaros, arañar ningún recoveco de lo
que sois: únicos, valiosos, libres, irrepetibles, hijos, admirados, capaces,
constructores y colaboradores del mejor de los jardines imaginados: este mundo,
la humanidad…
No os dejéis esclavizar, ni
arañar, ni golpear, ni apartar, ni atar… Sois el centro, sois únicos, sois
valiosos, sois irrepetibles, sois valiosos… El lo quiso así… Exhaló su aliento sobre él, sobre
nosotros, y adquirimos vida. No la
dejemos escapar
Comentarios