Juan



Quiero tener en esta pequeña ventana un recuerdo para Juan. Murió ayer. Era mayor. Toda una vida de fraile. Miles, cientos de miles, quizá millones de fotografías. Un rebelde, un hombre libre o ‘por libre’…. Fue fraile carmelita toda su vida. Escritor sin libros en su última habitación. Necesitado de muchas manos, los últimos años de su vida. Cansado de proponer, buscar, intentar… Viajero: Cuba, República Dominicana…
Buscador de justicia, defensor de derechos, profesor de la escuela pública… Era libre, vivió en libertad o ‘por libre’. Cuestionado, intuitivo, creador de palomas de la paz para las solapas… al final un hombre frágil, un hombre lleno de debilidad como todos, como todos; y necesitado de cariño, como todos. Alguna vez he pensado que envidiado por alguno, maestro de algún otro que lo criticaba por ‘ir por libre’ o ser libre, no sé muy bien… Amigo de sus amigos. Enamorado de Tito Brandsma, entusiasta de su familia, de su tío, de su pueblo, de su gente, de sus amigos… Pintor poco constante… hombre de proyectos, unos realizables y otros no. Casi no lo conocí…
Trabajo en una obra que el pensó, va a cumplir cincuenta años en octubre, el colegio Virgen del Carmen. ¡¡Vaya suerte!! ¿Por qué se te ocurrió esta idea? ¿Sabes lo que es ahora? ¿Era lo que pensabas?... me hubiera gustado compartir contigo muchas cosas de esta idea tuya en la que ‘sufro, lucho, vivo y muero’. Miles de niños entonces, abuelos ahora, jóvenes antes y padres hoy han pasado por aquí. Un alto porcentaje de este pueblo, que te acogió durante mucho tiempo y que te ha hecho hijo adoptivo en el corazón, han pasado por estos pasillos, aulas y patios que tú pensaste, quisiste y empujaste a realizar… ¿Ha dado fruto todo esto? ¡Quién soy yo para juzgar! Imagino que si, sé que mucho.

Un último recuerdo, que no olvidaré nunca, es un abrazo que te di en el antiguo claustro de El Carmen. Un abrazo como respuesta a una denuncia tuya. Una injusticia más que querías compartir a la hora de la siesta con este pobre pecador entonces con posibilidades de recoger y paliar aquello que vivías con desasosiego, injusticia y poca paz. Tenía sueño, estabas insistiendo e insistiendo… te deje terminar y respondí con una pregunta: ¿cuánto hace que no te han dado un abrazo? No sabías que contestar, me acerqué a ti, te di un abrazo y te dije que luego hablaríamos del asunto. Vi tu cara, no sabías que decir… nunca volvimos a comentar nada de aquello, ni lo que había provocado la visita ni de mi abrazo. Me sentí bien… pensé que detrás de tu malestar lo que había era soledad, falta de cariño… demasiado ‘ir por libre’ o ser libre y a cierta edad ya no sé puede mantener el ritmo… Me despido de la misma manera. ¿Cuánto tiempo hace que no te dan un abrazo?... Yo ya no te lo puedo dar, ha sido el Padre quien te lo ha dado y te ha hecho, por fin, libre… ahora ‘ya no irás por libre’, eres libre. Feliz Abrazo, Juan. 

Comentarios

JULIAN ha dicho que…
Me ha encantado tu artículo... Lo he leído varias veces... Yo al P. Juan lo conocí poco, pero me mostró lo humano que era... Me quedo con un pensamiento: dar un abrazo, algo sencillo pero a la vez que susurra al que tenemos junto a nosotros "PUEDES CONTAR CONMIGO"... Gracias, David, por recordarme algo tan sencillo, pero a la vez tan profundo... P. Juan, tu que estás ahora junto a Dios, pídele que nos de fuerzas para poder vivir con sencillez...
Anónimo ha dicho que…
GRACIAS P. Juan por soñar
GRACIAS David por luchar
GRACIAS

Entradas populares de este blog

Grito de paz en medio del grito de los inocentes.

Dolor compartido

El dolor de la víctimas