Momentos




Estamos de fiesta. Hace veinte años que esta historia de presencia como Familia Carmelita entre los más necesitados comenzó. Karit Solidarios por la Paz cumple veinte años de hacer realidad aquello que movió el corazón, la razón y la voluntad de un grupo de laicos, religiosas y religiosos, a abrir una puerta nueva dentro del Carmelo de la Región Ibérica. No estaba allí pero tuve la suerte de vivir la ilusión de uno de los que empujaron, vivía conmigo y sé de su esfuerzo, empuje y entrega para conseguirlo. Aquello que nacía era una posibilidad, que hoy después de veinte años, se ha hecho realidad. No nos conformamos, seguimos buscando, creciendo y proponiendo desde la fidelidad y la renovación.
Comenzar con una ONGD era una posibilidad de estar y ser en el mundo como estaban siendo y estando otras órdenes religiosas y congregaciones. Nosotros también teníamos que decir algo sobre Justicia y Paz, sobre un mundo diferente, sobre la solidaridad y el compromiso material y real con los más pobres y necesitados. Queríamos decir que hay otros, además de los que acudían y acuden a nuestra puerta, que necesitan ser escuchados, atendidos, acompañados y valorados. Queríamos y queremos estar con ellos. Allí se necesitaba, y se sigue necesitando, desarrollo, justicia, dignidad... Entonces y ahora se escucha su voz y queremos ser los que demos resonancia y también respuesta dentro de nuestras posibilidades a sus denuncias y necesidades. Este objetivo, esta intención de estar en medio de los que luchan por la justicia como Familia Carmelita, fue y sigue siendo parte de nuestra identidad. La firma de la constitución, el reconocimiento civil, la organización dentro de nuestra familia es uno de los momentos a recordar después de veinte años.
Ha habido muchos momentos especiales en relación con los jóvenes carmelitas (JuCar). Era otra de las motivaciones de aquel comienzo. Una propuesta para que la pastoral juvenil no terminara en la “mesa camilla”, donde se está muy calentito, sino en la calle, con las manos manchadas de barro, con los pies cansados de compartir vida, proyecto y andadura. Hoy en día se está viviendo, después de veinte años, de una manera especial lo que se vivió al principio. En muchas de nuestras delegaciones son los jóvenes JuCar los que están asumiendo la responsabilidad, en la Junta Directiva hay una presencia clara de ellos, los técnicos de nuestra organización conocen, aman y han pertenecido a la juventud carmelita de la Región. Un momento especial de esta relación son los cursos de voluntariado internacional de estos últimos años que están llenos de jóvenes de nuestra familia.
En Karit el momento por excelencia lo marcan los proyectos. Es momento de acercar realidades, de conocer lugares y personas diferentes. Los proyectos son más que planificación, recursos, actividades, realización. Los proyectos se convierten en ‘lugares’ y ‘motivos’ de encuentro. El proceso de vida de un proyecto si se convierte en momento, experiencia de vida, no termina. Unos cambian y mejoran infraestructuras, otros conocen y abren el corazón a los que la distancia y la injusticia aleja. Unos buscan y trabajan por hacer realidad y dotar las propuestas, otros esperan con la confianza de saber que siempre es posible si se ama. Cientos de momentos de este tipo en veinte años. Unos de agua, otros de educación, otros de sanidad, unos de escucha, otros de techos, otros de compañía… todos de hermanos, de dignidad.
Hay muchos más momentos, pero no quiero olvidar las personas que los han hecho posible y que ya no están con nosotros. Hay muchos miembros de las delegaciones, de los que en otros lugares del mundo se han acercado a Karit y nos han hecho crecer. Quiero recordar a José Luis Herreros. El P. José Luis estaba ahí, hacía posible la continuidad, creía en Karit como ‘caricia transformadora de la realidad’. Su método era perseverar, abrir la puerta, estar, posibilitar… Con él crecimos y arriesgamos para ser lo que somos hoy. Recordarle es recordar los muchos momentos, experiencias importantes e inolvidables, que regaló a Karit. En él queremos hacer presentes a todos los que también lo hicieron.

Quedan muchos momentos importantes por recordar, saltos de calidad en el itinerario de estos veinte años, decisiones que han marcado lo que somos hoy, personas que dejaron su vida para que estemos celebrando esta historia que continúa… habrá tiempo y lugar para rememorarlos. Estamos de fiesta, cumplimos veinte años, estamos creciendo. 

(Publicado en Boletín Karit) 

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