Miradas en la cuaresma


Comenzamos la cuaresma, como dice la canción de Fermín Negre, ‘cuarenta días caminando’. Es un camino que comienza y termina. Comienza desde abajo, marcados por la ceniza para descubrir que es el Señor quien nos rescata de nuestra pequeñez, de nuestras pequeñas miserias. El final del camino es la Vida, escrita con mayúsculas, que surge de la Resurrección del Señor, la Pascua. Es un camino de búsqueda y preparación de ese encuentro definitivo y determinante para nuestra vida. La cuaresma es un tiempo de miradas. Debemos cuidarlas para ir descubriendo por dónde caminar, con quién hacerlo, con qué determinación. 

La primera de ellas es a Dios. Estamos llamados a mirar a Dios, sólo Él nos convoca a este camino, es a Él a quién buscamos en el mismo y necesitamos ver sus señales a nuestro alrededor. La Palabra de Dios será un lugar obligado para dirigir nuestra mirada. Es la mirada de la oración, la mirada de intimidad con Él. No sólo es mirarle a Él, es también dejarse mirar por Él, una mirada de mucho amor, ‘la mirada de Dios es amar ’(San Juan de la Cruz). Esta mirada necesita recogimiento, constancia, silencio, apertura y mucha predisposición para que sea Él quien nos transforme. La oración es el momento del cruce de estas miradas. Él mira con amor, nosotros con una mezcla de vergüenza y confianza. Él transformará la nuestra en una mirada amorosa de hijo. La mirada siempre fija en Él, como dice el Salmo, “fijos los ojos de la esclava en las manos de su señora”. 

La segunda mirada es a nuestro alrededor, no basta una mirada hacía ‘lo alto’, necesitamos una mirada alrededor para descubrir dónde estamos, con quién vivimos, cuál es nuestro compromiso con ellos y con el mundo, de qué manera y cómo vivo el Evangelio en y con los que me rodean. Miro y veo rostros de todo tipo, algunos desencajados, otros llorosos, algunos completamente desesperanzados, otros llenos de esperanza… La mirada alrededor me lleva a hacer algo, no puedo permanecer indiferente. Estoy llamado por el Evangelio a darme, tengo que hacer limosna con y en mi vida. Una limosna que no sale del monedero sino del corazón, que se mide en tiempo, justicia y abrazos. No podemos olvidar esta mirada en la cuaresma, una mirada que se da fuera del templo y la capilla. Una mirada que lleva al compromiso y la transformación. 

La tercera mirada es la que, aunque forma parte de un todo con las otras dos, en ocasiones se vuelve protagonista haciendo olvidar las otras dos. Es la mirada a nosotros mismos. Una mirada que emana del mandamiento nuevo, amar ‘como a tí mismo’. Esta mirada es el aprendizaje necesario para amar más y mejor a los demás, para amar a Dios con el desprendimiento voluntario de todo egoísmo. La mirada es para valorar lo que somos,  ‘imagen y semejanza de Dios’. Será esta valoración la que nos lleve a hacer lo posible para ‘despegar’ y ‘desaprender’  de nuestra vida aquello que no es de nuestra condición. Necesitamos ‘ayunar’ de tantas cosas que nos hacen daño que quizá cuarenta días sean pocos. El ayuno es dejar y generar vacío para que sea sólo Dios quien lo llene, para ser nosotros mismos con Él. 

La cuaresma no es tiempo importante en sí mismo,es un medio para lo importante. Es un tiempo para que la Pascua, el encuentro con el Resucitado, pueda darse en plenitud. La cuaresma, que vamos a comenzar, no podemos dejarla pasar sin más, la necesitamos. Tenemos una oportunidad, un tiempo para ‘entrenar antes del gran partido de la vida’ que es reconocerle como vivo, presente y cercano en nuestra vida. Si dejo de preparar mi corazón, mi vida, para que se pueda dar el encuentro con Dios puede que el momento del ‘partido’ nos coja como a las vírgenes necias que esperan al novio pero se les terminó el aceite. Para tener aceite, para poder ‘prender’ nuestra vida de la verdadera Luz, la cuaresma nos propone estas tres miradas que nos preparen para el Encuentro. La cuaresma no es lo importante, lo importante es la resurrección, la Pascua, el paso de la muerte a la Vida, el Encuentro con el Señor que vive.  


(Publicado en la hoja de la TOC de Vila-real del mes de febrero 2024) 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grito de paz en medio del grito de los inocentes.

Dolor compartido

El dolor de la víctimas