Hágase



Una de las cosas que en nuestra vida de creyentes oímos una y otra vez es que la oración debe hacerse vida. También es fácil escuchar que la vida sea oración. He buscado durante mucho tiempo un testimonio de esto, no estaba siendo fácil, en alguna ocasión oía la trompeta que anunciaba el acontecimiento de esta coincidencia de oración y vida, me acercaba y veía que eran pequeños atisbos de una verdad deseada y realizable. Seguía buscando, esperando y deseando encontrarme con la realidad que manifestara la contemplación de Dios, en el rostro de alguien con el que me encontraba o en mi propia vida. Era un deseo mil veces expresado en mis oraciones. Si algún día pasa, pensaba para mí, tiene que ser un regalo de Dios, no puede ser algo que yo pueda conseguir por mis fuerzas.

Hoy puedo decir que el testimonio de un hermano me ha ayudado a descubrir que se puede hacer de la vida, del proyecto de vida, una oración que retumbe más allá de la muerte y del dolor. He visto con mis ojos, he sentido en mi corazón, he tocado con mis manos, he escuchado con los oídos abiertos… que el Padrenuestro pronunciado, rezado y compartido tantas veces se ha hecho vida. El ‘hágase tu voluntad’, recitado de carrerilla como la oración de un niño, ha sido proclamado con la entrega generosa de la vida. Un ‘hágase’ cargado de las lágrimas humanas que lo deben acompañar y adornado con la sonrisa que siempre acompañó a mi hermano. La oración se ha hecho vida. La respuesta generosa ha dado frutos. El grano de trigo ha muerto para dar vida. La fe ha iluminado las tinieblas. El día ha vencido a la noche. El paso ha abierto los caminos. Ya no hay muerte, ni luto, ni dolor. Se ha puesto una lámpara en lo alto del celemín. El pábilo vacilante no se ha apagado. El sí ha abierto las puertas de la esperanza. Sin hablar he rezado con él y le hemos pedido al Padre que se hiciera su voluntad, él entregando la vida como testimonio permanente de fe y vocación, yo con una boca pequeña y emocionada que se agarra a la vida de la miserias y las prisas.

Me dicen los amigos que ha sido una perdida grande. Miro a los graneros y descubro que quizá si que necesitemos sus manos para llenarlos, para conservarlos, para renovarlos, para hacer cantidad, para hacer número... Será muy complicado sustituirle en las tareas, será complicado suplir su sonrisa o su acogida. No dudo que esto sea así pero… los graneros de lo importante, los del cielo, los del testimonio de vida ante la adversidad, los de la aceptación de la voluntad de Dios, los de la fe vivida con generosidad y entrega… se han llenado, los tenemos rebosantes de grano para sembrar. ‘¡¡Adelante!! - diría José Luís - comenzad a salir por los caminos, sembrad, anunciad este ‘hágase’ para que dé fruto, perseverad en vuestra vocación no dudéis que las manos de Dios no abandonan, acompañan’.

Esta Pascua cercana y próxima, que él deseaba vivir en su estancia definitiva preparada por Cristo, será gloriosa. Nuestro hermano ha señalado el dintel de nuestra vida con un ‘hágase’ imborrable para que el paso del Señor sea una realidad cada día y cambie nuestro corazón definitivamente.

(Las fotos son del curso internacional para
Promotores de Justicia y Paz que la Orden
organizó en Fátima el mes de agosto de 2006)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
YA NO CONOCEMOS A JOSÉ LUIS SEGÚN LA CARNE

“Así que, en adelante, ya no conocemos a nadie según la carne. Y si conocimos a Cristo según la carne, ya no le conocemos así” (2ª Cor 5,16).


En mi vida me siento muy agradecido al Señor por el gran don de acogernos a Carmina y a mí en su Iglesia. Un don totalmente gratuito para cual yo ni he hecho mérito alguno, ni creo que jamás lo podré hacer, por lo que le pido nos conserve en ella hasta el último aliento de nuestra existencia.
En este acogimiento mucho tienen que ver los PP Carmelitas y en especial nuestra querida parroquia de Stª María del Monte Carmelo, regida por el P. José Luís desde Junio de 1996 hasta el pasado día nueve que fue su dies natalis.
Conocimos a las comunidades de los PP Carmelitas de Onda (Castellón) y a sus comunidades neocatecumenales con ocasión de una peregrinación que hicimos a Jerusalén, organizada por el P. Rafael María López-Melús y sus hermanos, en Diciembre de 1989.
Unos años antes de que viniera destinado a Madrid como párroco, y a través de Vicente de Vicent y Pilar (hermanos de la primera comunidad de Onda ya en el Cielo), conocimos al P. José Luís. Los encuentros se fueron sucediendo en Onda, participábamos de las Eucaristías celebradas por él en el fin de semana, compartíamos unas buenas paellas cocinadas por los Vicent o por los Mallen….
Resulta obvio decir que estos encuentros se frecuentaron notablemente a partir de su destino a Madrid como párroco, colaborábamos en su acción pastoral, disfrutábamos de su compañía en las vacaciones… en definitiva, además de ser mi párroco y mi confesor, se constituyó en mi mejor amigo.
Resulta muy difícil ahora calificar a mi amigo, porque ha sido un hombre muy humano, muy cercano, inteligente pero sencillo, cuyo corazón se estremecía ante los sufrimientos de los demás,
Tan humano me parecía que a veces me daba la impresión de que la afectividad le podría jugar una mala pasada. Todavía recuerdo la muerte de su madre, cómo le afectó: en su funeral, oficiado por José Luís, emocionado, no pudo terminar de proclamar el Evangelio, fue preciso que lo proclamara el P Luís Gallardo.
Con ser muchas las virtudes humanas que él ha mostrado a lo largo de su vida, como dice el salmo “valen para él nada y vacío”, porque yo lo he visto crecer en gracia de Dios, durante todos los días de su enfermedad, aceptando con una sonrisa franca los designios de Dios, descansando en paz en la Cruz de nuestro Señor.
Era digno de ver:
• Cómo informaba él mismo de su enfermedad a los amigos y conocidos, minimizando la gravedad de la misma para que ellos no sufrieran.
• Cómo acogía a todos cuantos se acercaban a su habitación
• Cómo pedía la participación en el Oficio Divino y cómo al final del mismo, con lágrimas en sus ojos, daba gracias a Dios por su vida.
• Cómo se preocupaba de sus feligreses en el lecho del dolor
• Cómo agradecía el trato del personal médico.
• Que libertad tenía, a pesar de sus sufrimientos tanto físicos como morales, tanta como para hacer bromas con su enfermedad.
Así podríamos relatar otros muchos hechos y actitudes que han rebasado con creces toda virtud humana, por ser virtudes de otro orden, concedidas a José Luís por Jesucristo, por lo que ahora ya podemos decir (parafraseando a San Pablo): Ya no conocemos a José Luís según la carne.
José Luís ya ha sido revestido de Jesucristo y su noche lo transformó como dice el místico S. Juan de la Cruz:

¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!


¡Bendito sea nuestro Señor Jesucristo!


Madrid 16 de Marzo de 2009

Carmina y Víctor-José
Unknown ha dicho que…
Gracias Victor por tu hermoso testimonio. Gracias a estos testimonios he podido sentirme cerca de Jose Luís en sus últimos momentos, a pesar de encontrarme tan lejos. Me hubiera gustado verle una última vez, pero ahora ya he visto su gran testimonio de vida de frente a la muerte, y el grano de trigo ya ha empezado a dar su fruto. Un fuerte abrazo. Dale recuerdos a Carmina.
Rafa Rodrigo ha dicho que…
Al Padre José Luís.:


Desde aquí desde la delegación de Karit en Quart de Poblet, ponemos en nuestros corazones una vela encendida en recuerdo del que ha sido y será Presidente de Karit, además de una persona con los brazos abiertos a la esperanza, a los necesitados, a regalar lo mejor de si, de su corazón blanco y transparente.

Estamos lejos en la distancia pero cerca en el sentimiento. Cuando nos enteramos de tu enfermedad, nos quedamos paralizados, no podía ser, él no. Pero los designios de Dios a veces no entran en nuestro entendimiento, yo estoy seguro que para José Luís el Padre tiene una labor asignada cerca de su lado, dando luz plena a todos desde allí, ayudándonos a seguir esta labor que él empezó y que en nuestras manos esta continuar.
Padre José Luís, se que nos estas escuchando que has reunido a todos los simpatizantes de Karit, a tus amigos, feligreses a todos en el pensamiento en el recuerdo, tal vez alguna lágrima nos caerá, tal vez algún recuerdo viva hoy a flor de piel, pero es que asi es la vida, nacemos vivimos y morimos, pero algunos se pegan al corazón de los que se quedan aquí, y somos nosotros los que a través del recuerdo te tendremos vivo en esta tierra y te pedimos que nos ayudes para hacer las cosas como tu las sentías, para trabajar como tu trabajabas. Tu ya conoces el camino, tu ya llegaste a la plenitud del Padre, mientras nos entristece tu perdida nos alegra a la vez el recorrido que te ha llevado a su lado.

Padre José Luís desde aquí desde Quart de Poblet, desde Onda, Villareal, Elda, Murcia, Caudete, Madrid, Valladolid, Zaragoza, Barcelona, todos estamos reunidos en espíritu, en esencia por la perdida tan dolorosa, pero con el recuerdo vivo de unos brazos abiertos a todo, una buena persona, un … tan solo darte un abrazo fraternal, de hermano, y no quiero despedirme de ti sino decirte se que estas allí, ayúdanos a seguir, porque desde aquí, desde la tierra que Dios nos dio no te olvidaremos JAMÁS, no; no podemos...

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