No lo conocía de nada. Algo había oído de un cardenal argentino que era jesuita, pero no le dí importancia. Estaba trabajando en mi habitación cuando un hermano de la comunidad me llamó para decirme que habían elegido Papa, que estaban transmitiendo en directo, que iba a salir al balcón en la plaza de San Pedro. Deje mis cosas, eran poco importantes ante tal acontecimiento. Se hizo esperar un poco todavía, estábamos todos esperando. Y salió el Papa Francisco al balcón. No olvidaré jamás lo que vi. Un obispo vestido de blanco, sin ningún otro signo de diferencia que el color de su sotana. Una pequeña, y quizá nerviosa o asustada, sonrisa… Al escuchar sus primeras palabras algo me dio un pellizco en el corazón: ‘habéis ido muy lejos a buscar a vuestro obispo’. Esto me emocionó de tal manera que no lo he olvidado nunca. Es lo que había estudiado en la Universidad Pontificia de Salamanca, en eclesiología, en cristología, en historia de la Iglesia… El Papa es el Obispo de Roma. Este es el t...
El carmelita recibe y comparte con los hermanos un único carisma común: 'vivir en obsequio de Jesucristo' en actitud contemplativa, que plasma y sostiene nuestra vida de oración, de fraternidad y de servicio (RIVC 4) El 16 de julio se llena nuestro patio de muchos amigos, conocidos, cofrades, terciarios, jóvenes carmelitas, alumnos y alumnas, antiguos seminaristas, exalumnos y exalumnas, algún religioso, autoridades, personas que vienen a celebrar la fe, a escuchar el Evangelio, a dar gracias a la Virgen María o a pedir su ayuda y compañía. Unas y otras son personas con profunda fe que quieren abrir el corazón a Dios y saben que María les ayuda a ello, es puerta que se abre para que así sea, esto les llena de confianza para que lo hagan con verdad… Todos son carmelitas de deseo, de sentimiento, de compromiso, de proyecto de vida, todos.. Cada uno tiene un lugar y una manera de estar en la Familia Carmelita. El día 16 de julio es su día, nuestro día, el día de toda la Familia ...
Perder la prisa para un encuentro, contigo, con Él, con los otros. Dejar el ruido, la soledad, el miedo, la duda, el frío, y sentirte. Abrir un libro, una posibilidad, un proyecto, un silencio, y ser contigo. Parar el tiempo, la rutina, el agobio, el sinsentido, y reiniciarme a tu lado. Mirar adentro, al lado, arriba, profundo, y verte. Ganar un sueño, un abrazo, una caricia, una sonrisa, y tu compañía. Para estar juntos, para ser contigo, para ser tuyo, para ...
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