Levantamos la mano
Desde Karit Solidarios por la Paz, la ONGD de la Familia Carmelita, queremos levantar la mano por varias cosas para que no se olviden ni dentro ni fuera de nuestra familia, ni de nuestro entorno. Como ‘alumnos aplicados’ que queremos ser de la espiritualidad carmelita y sintiéndonos parte de esta forma de entender la vida como compromiso del Evangelio desde el Carmelo, queriendo vivir ‘en obsequio de Jesucristo’, levantamos la mano en un mundo necesitado de un compromiso diferente, algo que lo llene de novedad. Queremos ser voz y recuerdo, anuncio y propuesta, llamada de atención y ofrecimiento. No es nada nuevo pero queremos recordarlo. Levantamos la mano y gritamos fuerte:
- No olvidemos a los pobres, a los más vulnerables y necesitados de nuestra sociedad.
- En nuestra identidad está el servicio y la entrega. Eso que en muchos documentos de la Orden, las provincias y las congregaciones llamamos ‘profetismo’, ‘acción social’, ‘promoción humana’... Estamos y somos en medio del mundo, con los más necesitados.
- Es juntos como lo hacemos. No son cosas de cada uno por libre. Trabajar juntos es y tiene que ser un rasgo profético en medio de la Iglesia y del mundo. No destruyamos la unidad, no destruyamos lo común.
- No todo vale en nuestro estilo de vida. Es verdad… Nuestro estilo de vida carmelita necesita este compromiso, esta presencia profética. Queremos recordar, y recordarnos, que nuestra misión es mostrar a Dios con gestos transformadores en lo individual pero también en lo social. Nuestra contemplación va unida a la compasión y todo lo que ella supone de cuidar y cuidar(se), de agacharse y lavar los pies, de dejar el privilegio de la cabalgadura al herido en el camino de la vida. Cada vez son más los heridos.
- Sentido universal de la solidaridad. No estamos solos, no existe solo nuestro mundo aquí y ahora. El mundo es global. La universalidad de las presencias nos lo enseñan. Las contrapartes de nuestros proyectos nos lo recuerdan.
- Dar y recibir con generosidad es signo de fraternidad. No puede ser de otra manera. No es clientelismo, caridad vacía de compromiso personal, protagonismo fariseo… Nuestro dar es un darse en generosidad sin esperar nada a cambio. Dar lo que somos y tenemos. Recibir agradecidos las respuestas de los beneficiarios de los proyectos que hacemos. Este recibir no es para engrandecer nuestro ego sino para vivir con humildad nuestro poco generosamente dado.
- Nuestro ‘apellido’, solidarios por la paz, nos lleva a decir fuerte, con un grito de paz, un no a la guerra, un no a la barbarie de todo acto de violencia, de herir la dignidad humana. Nuestro grito tiene hoy una denuncia a la muerte violenta, a la brutalidad que se da en Gaza. No podemos permanecer impasibles. Hacemos nuestras las palabras del Papa León, "¡En un mundo dividido y herido por el odio y la guerra estamos llamados a sembrar la esperanza y a construir la paz!". Queremos ser sembradores de esta paz, nos apuntamos a ello.
- En el cuidado del planeta nos jugamos la vida, la nuestra y de todos los hombres y mujeres que viven en ‘la casa común’. Nuestro compromiso pasa por luchar para que todo aquello que lo hiere, daña o merma de posibilidades sea denunciado, sea echado fuera. Hace diez años de la ‘Laudato sí’ y renovamos nuestro compromiso con el cuidado de todo lo creado.
- Somos hombres y mujeres de esperanza. Es la alegría de muchos saber que el reino está aquí, que se puede hacer realidad, lo sabemos. Y hay otros muchos que le llaman ‘utopía’ que también nos ayudan a seguir construyendo juntos un mundo mejor, un mundo más justo, más fraterno, en paz y de cuidado. Nos unimos al jubileo de la esperanza este año de gracia.
No es levantar la mano para exigir, nada que exigir, de lo que ya forma parte de nuestra identidad. Desde Karit Solidarios por la Paz, la ONGD de la Familia Carmelita queremos recordar que esto forma parte de nuestra identidad carmelita y que todos, todos, todos, estamos llamados a ello, hacerlo nuestro en el proyecto de vida, dentro de nuestra familia, de los que los que vivimos esta espiritualidad.
(Texto para la memoria 2024 de Karit Solidarios por la paz)
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