¿Qué pasa?

 


No, nada....
No importa.
Para qué molestar... 
Pasará rápido... 
Luego te cuento... 
Quizá sean cosas mías... 
La vida es así... 
No entendí la propuesta... 
Será el tiempo... 
Paciencia...
La cosas de la vida...
Pequeñas cosas... 
Esperé pero... 
Parecía otra cosa... 
Pienso demasiado... 
Sólo un desengaño...
Dormí mal...
Solo necesito descansar...  

Pues eso... 
...sin contar, sin abrirse, sin decir, sin confiar... sigue ahí, grande, llenando todo lo que siento y pienso, busco excusas, algunas incluso las ofrezco como respuesta. Tenemos que buscar a alguien (Alguien) que transforme el 'No, nada', y su inmensidad, en un 'Te cuento...' con la confianza que da quererse. 
Buscar encuentros llenos de verdad, auténticos momentos de abrir el corazón, el pensamiento y el ser, para desgranar el 'no, nada'. Lo pongo todo en las manos del otro con verdad, para que lo entienda, para buscar respuestas juntos y ser acompañado en las decisiones, para sentirme querido por el mero hecho de ser escuchado. 
Pasemos del 'no, nada' al 'Te, cuento. Gracias'... y un abrazo que selle el encuentro. 
Él, que siempre es fiel, es el 'Alguien' que nos escucha sin descanso, que nos abraza con fuerza, que nos acompaña para dejar atrás el miedo.  

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