Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2012

Algo

Imagen
El final de ‘algo’ indica el comienzo de otra cosa. Las persona, tú y yo, no podemos estar sin ‘algo’, ‘algo que hacer’, ‘algo que comer’, ‘algo que programar’, ‘algo que compartir’, ‘algo que vivir’… mejor dicho, no podemos estar sin alguien. Este ‘algo’ que termina tiene nombres. No hay ‘algo’ sin alguien que lo regale, lo comparta, lo llene de sentido, le dé profundidad, le de vida…. Este ‘algo’ que termina dejará unos nombres para que otros ocupen el sitio dejado y conviertan el otro ‘algo’, el nuevo, en maravilloso. Este ‘algo’ que termina nos ha llenado, ha sido una parte importante de nuestra vida durante un tiempo. Fue, está siendo, un ‘algo’ maravilloso ya que las personas que se han acercado a él, que lo han llenado de detalles, de momentos y situaciones han sido increíbles. Ellas, estas personas, han decorado con retazos de su piel, de su vida, las paredes y el suelo de eso que termina y sobre lo que he caminado acompañado, querido y guiado. Otro ‘algo’ comienza dentro d

'Ospitalera'

Imagen
Cantavieja, camino de la Muela Fue durante el mes de julio durante mis vacaciones. Me esperó en la penumbra de la cocina, comedor, sala de estar, en un rincón de su casa, en su sitio… Sentado en el sillón, un viejo asiento para el que no pasa el tiempo… Fue un encuentro deseado. Me esperó, pues todos los días se acerca a la casa de los vecinos, la masía más proxima, para jugar una partida de guiñote. Le avisé con tiempo para que me esperase, no le dije la hora… aquella tarde elegida, decidió quedarse y esperar. Fue una gracia, un encuentro maravilloso… no hay mucho que decir, sólo estar, compartir. La penumbra de la estancia no me dejaba verle bien la cara. Lleva una gorra puesta, está tranquilo, siempre está tranquilo, siempre ha sido tranquilo… Un saludo, un abrazo, un montón de frases hechas, muchas coletillas para llenar los silencios… y mucha verdad, mucha paz, mucho sosiego, muchos deseos de compartir… ¿Qué decir ante un sabio? Poco, no sé que decir, que contar… mi mundo no

"Muchachos..."

Imagen
Decidimos convertirnos en constructores de un mar, un pequeño océano azul como horizonte de un mundo mejor, más justo y más lleno de dignidad que todos los que conocemos hasta ahora. Donde todos disfrutaran de una sonrisa, de un encuentro, de un plato de comida caliente y un abrazo. No sabíamos como podíamos alimentarnos nosotros en un mar revuelto, y sin nada. No traíamos mucho, pero algo siempre hay en la mochila para comenzar (nos acordamos que un muchacho con unos peces y un poco de pan alimentó a muchos, cinco mil dicen). Estábamos en eso cuando alguien se acercó a preguntarnos por el pescado. ¿Tenéis?, nos preguntó. Nada de nada, fue nuestra respuesta. Además,  no sabíamos pescar. La respuesta fue clara y directa: No tenemos, ‘solo tenemos un mar y todavía no sabemos cómo podemos pescar en él y qué pescar’ añadió uno de nosotros que nos habíamos subido a la barca. La pregunta nos inquietó ya que no sabíamos para que quería nuestro pescado si Él tenía pinta de buen pescador.